La inspiración del proyecto proviene principalmente de las bandas unipersonales escandinavas de sonido extremo y también, por la razón fundamental, la difícil misión de formar una banda con más integrantes en el escenario oscuro y pandémico en el que nos encontramos. En la sonoridad es fácil percibir las huellas de las influencias musicales del autor, como black metal, crust punk, d-beat, doom y powerviolence.
De la misma forma se puede apreciar una calidad técnica sencilla y directa, dando la sensación de que cualquiera puede hacer un sonido solo, como quiera, diciendo lo que quiera, sucio y distorsionado, sin moho, parte del concepto libre de influencias punk anarquistas. Fratura ha ido componiendo sus propias canciones, grabando y editando digital e independientemente, la maqueta titulada “Necroambulist” ya a principios de 2020. Todo el material, desde la composición hasta la mezcla de las grabaciones, lo interpreta el músico en su casa, al estilo “Hágalo usted mismo”, habiendo grabado también todos los instrumentos individualmente.
El tema de las cartas pasa por temas como la crisis humana y sus deseos más oscuros, toda la mitología del satanismo y la necesidad de liberarnos de los dogmas para el autoconocimiento y la evolución. De esta orgía de filosofías y sonoridad nació Black-Beat, nació la Fractura. O como el propio autor, Corposeco, define el estilo de la banda: “Black-Beat es el remanente podrido de un aborto espontáneo que se arrastra y sale corriendo, escondiéndose en los cimientos de la casa, convirtiéndose en un ser maldito, porque es el materialización del mal humano ”.
Fratura acaba de lanzar su primer disco completo, con el título del mismo nombre del autor, Corposeco, que por cierto es el nombre de uno de los personajes del folclore brasileño, cuyo destino después de la muerte fue ser rechazado por el cielo y el infierno. Ningún nombre podría ser mejor. El disco tiene algunas canciones presentadas en la demo “Necroambulist” y nuevas composiciones.
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