Todo comenzó en 2019 cuando Patrik Svedlund se unió a una banda llamada Claypit por un corto periodo de tiempo. El vocalista de Claypit, Roger Jansson, recibió algunas canciones, con las que Patrik necesitaba ayuda para completarlas. No hasta 2021, cuando Claypit estaba en un modo de descanso, se decidió darle una oportunidad.
A Roger le gustaron las canciones y escribió algunas letras, y grabaron las voces en el apartamento de Patriḱs. El primero en salir fue el single «Falling Down». Sonaba tan bien que decidieron ir más allá. A Roger Jansson se le ocurrió el nombre de Call The Fraud porque había estado jugando al texas hold ém. Todo se grabó en el apartamento de Patriks, excepto las voces, ya que los vecinos empezaron a quejarse.
Decidieron tomar el camino más difícil y publicar todo el material sin compañía discográfica. La ventaja de mantener el control, sin tener que comprometerse con la dirección de una discográfica. Por otro lado, aunque es difícil difundir la música, CTF sigue prefiriéndolo.
«Siempre haremos el tipo de música que nos gusta, y eso puede ser cualquier tipo de canción, siempre que creamos que es una buena canción». «Sólo hacemos la música que nos gusta, no tiene por qué ser HM», ésas son las directrices de CTF.
El torrente de composiciones nunca se ha agotado, de hecho es más fuerte que nunca. Cuando una canción está lista, se publica, en lugar de hacer un álbum completo. En 2022, CTF llegó al punto de envolver juntos un segundo álbum «What ́s Next».
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